Érase una vez un niño llamado Mohamed. A él le encantaba jugar en el campo de fútbol.
Un ojeador le preguntó:
-Niño, ¿Te gustaría entrenar en nuestro equipo?
Mohamed dijo que sí.
Estuvo una semana y quiso apuntarse. Al cabo de dos meses, un ojeador del Granada fue a su casa y le dijo a sus padres:
-Su niño es muy bueno jugando al fútbol, y queremos traerlo al filial del Granada.
Los padres dijeron que sí.
Pasó un año en el filial y lo subieron y como terminaba contrato lo fichó el Betis.
Debutó contra el Sevilla y metieron Abde, Mohamed e Isco.
Ganó una copa del rey y una champions League.
Tocó el mundial y gano España gracias a él.
Lo fichó el Barça por 50.000.000. Debutó y metió gol en su primer partido, pero se tuvo que retirar.
Aun así, acabó siendo entrenador del Barça.
FIN