Había una vez un monstruo que estaba encerrado en una botella.
Como se movía mucho, consiguió salir de allí.
Caminó un largo camino hasta llegar a un pueblo, vio una puerta que estaba abierta y decidió entrar.
Vio a un niño llamado Eugenio, y el monstruo se quedo a jugar y a enfermar a todos.
Entonces como no le gustaba ni el agua ni el jabón se asustó y se marchó.
En el camino descansó en un árbol en un árbol y dijo:
-Ummmm, tengo que buscar casas para enfermar a la gente.
Entonces un pájaro y le dijo a la gente: -Hay un monstruo que está entrando en las casas, tenéis que hacer algo y a la gente se le ocurrió algo.
El monstruo siguió buscando casas y vio un cartel en el que ponía:
- Aquí no hay lugar para no les gusta el agua ni el jabón.
El monstruo salió huyendo y no se supo nada de él.
FIN