Y por fin llegaron los elfos ...
Esa mañana mi hermana y yo nos despertamos antes de la hora. Bajamos corriendo a buscarlos y cuando llegamos al salón:
-¡Sorpresa!
Habían envuelto nuestro árbol, lámpara del salón y la entrada con papel del baño. Casi gastan todo el rollo y un elfo colgaba de una lámpara y otro de la otra.
El siguiente día se habían comido casi todos nuestros bombones de chocolate. La siguiente travesura fue un poco de mal gusto porque se dedicaron a quitar todas las bolas del árbol de Navidad:
-¡Qué pereza volver a montarlo!
Y está mañana los granujas estaban en el espejo de la entrada y uno había pegado con cinta adhesiva al otro.
Continuará...