Había una vez un niño pequeño que quería tener un perro.
Se lo compraron y decidió llamarle Andy.
Le estuvieron dando leche y comida para que creciese, pero pasaba algo:
Andy no estaba bien educado para cuando hiciera sus necesidades y siempre gruñía, y eso a los padres no le gustaba.
Les dieron una oportunidad, y Andy seguía haciendo sus cosas en el lugar inapropiado. Así que llamaron al dueño y se llevaron.
Pero ese niño sigue pensando en él, y eso le hace no estar triste.
Pero él sabe que algún día, su perro querrá ir con su dueño porque ese niño nunca se rinde y seguro que lo conseguirá.
Basada en una historia real.