Érase una vez dos hermanas muy aventureras que siempre les gustaba estar explorando y descubriendo cosas nuevas.
Decidieron ir a pasar la tarde al mascotario porque le encantaba los animales.
Los animales que más le gustaban eran el conejo y el pony .
La hermana mayor subió en poni y para ser su primera vez se le dio bastante bien.
La hermana pequeña era más miedosa y necesitó un poco de ayuda para montar, pero también le encantó la experiencia.
A los conejitos les gustaba que les acariciaran y cogieron a unos muy chiquitos.
Se lo pasaron bomba.
Fin